dimarts, 14 d’agost del 2007

Punto final al caso SCO: Novell tiene los derechos sobre Unix

Se acaban cuatro años de incertidumbre sobre los derechos de propiedad intelectual de parte del código fuente del núcleo Linux, ya que pese a que este final estaba casi cantado, el juicio no ha dejado de poner nerviosa a la comunidad linuxera.

Va a ser, sin lugar a dudas, una de las noticias más impactantes, importantes y comentadas durante los próximos meses, ya que pone fin a un litigio que duraba desde hacía más de cuatro años y que ha impactado a toda la comunidad informática aunque especialmente a la de GNU/Linux.

La noticia saltaba a Internet casi tocando el fin de semana, y se difundía rápidamente entre la comunidad linuxera: un juez norteamericano había dictaminado que los derechos de propiedad intelectual de Unix reclamados por SCO y Novell pertenecían a esta última, desactivando de esta forma una amenaza que pendía sobre el sistema operativo del pingüino cual espada de Damocles.

Según se puede leer en la resolución, un documento de 102 páginas redactado por el juez Dale Kimball, la causa legal de SCO contra IBM también ha quedado anulada, pues al tener que reconocer los derechos de Novell, todo lo que SCO pudiera reclamar ya no es procedente.

Haciendo un poco de historia

La causa legal que ha enfrentado por una parte a SCO (algunos afirman que con la mano y financiación de Microsoft por detrás) y por otra a una serie de empresas productoras de soluciones Unix se remonta en sus orígenes a 1995, cuando Novell vendió a Santa Cruz Operation (SCO) la posibilidad de comercializar soluciones basadas en Unix pero -y aquí viene la discordia- según SCO con derechos de propiedad intelectual incluidos que desde entonces estarían en su poder, y según Novell -y opción que ha prevalecido para la justicia- no.

La postura de la compañía propietaria de SuSE es clara y ha sido respaldada con numerosa documentación: en el momento de venderle los derechos para la creación y comercialización de soluciones basadas en Unix a SCO, estos no incluían de ninguna forma los derechos de propiedad intelectual. SCO, por su parte y al parecer de la mayoría de expertos que han seguido el caso, no ha presentado argumentos sólidos que fundamenten su postura, argumentando simplemente que el contrato firmado con Novell incluía implícitamente los famosos derechos y presentando una serie de código fuente que, según su opinión, violaba dichos derechos.

El código fuente atacado por SCO había sido cedido por empresas como IBM -que a su vez también habían adquirido derechos sobre Unix a Novell- a la comunidad Linux, por lo que no fue difícil que SCO pusiera a Linux en tela de juicio e iniciase un plan de licencias bajo la amenaza de llevar a juicio a toda aquella empresa productora de distribuciones del sistema operativo del pingüino que no lo contratase.

La casi nula capacidad ofensiva de SCO en esta causa legal hicieron que ninguna o casi ninguna empresa se interesase por el programa de licencias de esta compañía, por lo que no ha podido sacar nada de esta iniciativa.

Muchos analistas que han seguido el caso afirman que la acción de SCO es un salto hacía adelante ya que la compañía hace años que no saca un nuevo producto al mercado, concretamente desde que Santa Cruz Operation cambió su nombre a Tarantella Inc. y posteriormente fue adquirida por Caldera para finalmente recuperar su antiguo nombre e imagen corporativa, mucho más conocidos en el sector profesional.

De ser un jugador clave en el ecosistema Unix, SCO ha pasado a ser una simple anécdota en vías de extinción que podría haber dado su último coletazo con este polémico juicio que empezó en 2003 y del cual vemos su fin ahora, en 2007.

¿Y ahora qué?

Nada, es la única palabra con la que se puede definir lo que pasará a partir de ahora. La comunidad Linux ya respira tranquila, aunque con anterioridad su mayor parte se sintiera segura de la victoria por las escasas y contradictorias pruebas aportadas por SCO.

Nada va a cambiar en la comunidad Linux ni en la comunidad Unix, a diferencia de lo que hubiera podido pasar en el caso de que la resolución legal hubiera apuntado en el sentido contrario en que lo ha hecho, condenando a Linux a pagar licencias a SCO, que se hubiera lucrado (y mucho) solamente con estos pagos.

Tal vez el acuerdo Novell-Microsoft solamente sea una consecuencia de este final previsible, en el que la compañía de Bill Gates, viéndole las orejas al lobo, se habría preparado para el final que se ha desarrollado.

Más información:

Artículo en Linux-Watch
http://www.linux-watch.com/news/NS4446359842.html

Página web que ha seguido muy de cerca el caso de SCO
http://www.groklaw.net/

Respuesta de SCO al resultado final del juicio
http://sco.com/company/news/statement.html